La psicosis puerperal es una forma grave de depresión posparto; es un trastorno raro pero peligroso. Averigüemos cuáles son los síntomas, las causas y el tratamiento.
La psicosis puerperal es una forma muy grave de depresión posparto (PDR). Al igual que el PPD, la psicosis puerperal se produce en las semanas inmediatamente posteriores al nacimiento del bebé.
Aquí están las señales de advertencia a las que hay que estar atentos, las causas, las posibles consecuencias y el tratamiento recomendado.
Psicosis puerperal: ¿qué es?
El parto, incluso en su singularidad, puede ser la causa de trastornos, y a veces de graves consecuencias para la salud de la nueva madre. Todas las madres, probablemente, han oído hablar de la depresión posparto, un estado depresivo caracterizado por una profunda tristeza, agresión, llanto, falta de interés en el bebé y en la vida cotidiana.
Otra respuesta emocional muy común y conocida que puede ocurrir después del parto se denomina “baby blues”. Caracterizada por la tristeza y un estado de ansiedad y melancolía, suele resolverse en 10 o 15 días como máximo.
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La psicosis puerperal no es tan conocida. Es un trastorno mucho más grave que la depresión posparto, aunque también es mucho más raro: afecta a 1 ó 2 mujeres de cada 1000. En la mayoría de los casos, ocurre en las dos semanas siguientes al parto.
En la psicosis posparto, la depresión puede incluir pensamientos suicidas y violentos (incluso hacia el bebé), delirios y rarezas en el comportamiento. Las mujeres afectadas exhiben estados altamente alterados, a menudo asociados con alucinaciones y alteraciones del comportamiento.
El riesgo de desarrollarla aumenta a 1 de cada 7 en las mujeres que ya tienen antecedentes de psicosis puerperal; 1 de cada 4 en las mujeres que ya han tenido algún tipo de trastorno bipolar; 1 de cada 2 en las que tienen trastorno bipolar y antecedentes familiares de psicosis posparto.
Psicosis puerperal: los síntomas
Los síntomas de la psicosis puerperal incluyen agitación, alucinaciones visuales y auditivas, insomnio, comportamientos extraños, delirios, cambios de humor que van desde la depresión a la manía. Además, pueden aparecer síntomas como la indiferencia o la agresividad hacia el niño; o, por el contrario, la aprehensión obsesiva por la salud del niño. En los casos más graves, la psicosis puerperal puede llevar al suicidio y al infanticidio.
Algunas mujeres pueden presentar síntomas cognitivos atípicos, como sentimientos de desorientación, despersonalización, perplejidad y confusión.
Psicosis posparto: causas y consecuencias
La condición de la psicosis posparto puede atribuirse a varias causas. Los principales factores que predisponen al desarrollo de la enfermedad son los trastornos bipolares preexistentes, una psicosis puerperal previa y un trastorno depresivo grave.
Un historial familiar similar también puede contribuir al desarrollo del trastorno. Existe un fuerte vínculo entre la psicosis puerperal y el trastorno bipolar (aunque pocos episodios esquizofrénicos se pueden categorizar como síntomas de la PP).
Por consiguiente, los principales factores de riesgo que favorecen el desarrollo del trastorno se refieren a la presencia del trastorno bipolar o de episodios previos de PP en la historia clínica personal o familiar.
Además, es más probable que la psicosis se desarrolle en mujeres que tienen al menos un caso de trastorno depresivo grave detrás de ellas.
Un factor de riesgo adicional está relacionado con el estado de salud de la tiroides. Según un estudio, en las mujeres con psicosis puerperal la enfermedad tiroidea autoinmune tiene una incidencia del 19% en comparación con las mujeres en el período posparto (5%).
El nacimiento de un niño, por otra parte, no es un factor de riesgo para el desarrollo de la psicosis, ni el estrés es causado por eventos dramáticos.
Una de las consecuencias más dolorosas de la psicosis puerperal es la interrupción prematura de la relación de la madre con el niño. Esto también podría tener graves consecuencias para el desarrollo emocional, cognitivo y conductual del niño, incluso a largo plazo.
El tratamiento y la terapia
La gravedad de la psicosis puerperal es tal que debe ser tratada con hospitalización. El principal obstáculo para las mujeres es darse cuenta de los signos del trastorno y aceptar el diagnóstico.
Si se descubre a tiempo, el trastorno puede curarse en un período relativamente corto. Y hay una nota positiva: en comparación con las mujeres que han sufrido depresión posparto, las mujeres que han salido de la psicosis puerperal tienen más probabilidades de establecer una relación saludable con su hijo después de ser dadas de alta del hospital.