
Tener un hermano mayor es tener una persona que influya en tus decisiones, aunque eso signifique tener alguien en la vida con quien pelear todos los días. La presencia de hermanos durante la etapa de crecimiento favorece a tener una vida más bonita, más estable emocionalmente, aumenta el desarrollo de actividades en familia.
Tener un hermano sea mayor o no se traduce a tener una persona en quien confiar para toda la vida; tener compañía en aquellos momentos de dificultad. Pero esto no es todo, trae consigo grandes beneficios para ambas partes.
Los niños aprender a compartir; al tener un hermano, no son solo los juguetes lo que se debe compartir, es la atención, a veces la comida y el amor de los padres.

Los coloca de un lado a ser maestros, y de otro a ser un aprendiz, son compañeros de travesuras. Son expertos en explicar cómo se debe hacer algo en específico. En el caso del hermano menor verá cómo se viste el hermano mayor, como come, toma agua, corre y los volverá más autónomos e independientes.
Hijos más compasivos, los niños con hermanos son más compasivos, se incentivan a ser más colaboradores y apreciar los juguetes, son más amables a la hora de convivir con otros niños. Entrar a un cuidado para estos niños no representa dificultad.

Los niños que tienen hermanos tienen más actividad física, son más creativos, están activos gran parte del día; representando menor riesgo de padecer obesidad infantil, son menos sedentarios.

Luego de que se es hijo único y llega la noticia de un hermano/a, los niños pueden tomar esta noticia de dos formas; felicidad al saber que le llegará pronto compañía o celos al saber que tendrá que compartir sus juguetes y la atención.
Es por ello que debes darle espacio y darle el puesto de hermano mayor, dale la oportunidad de que ejerza su responsabilidad; esto reducirá sus celos y sabrá que es parte de la familia y que su rol es importante para el bienestar de su hermano/a.
Sin embargo, estos beneficios no se presentan y desarrollan solos; los padres deben garantizar ser árbitros en esta relación, fomentar el amor entre ellos y sobre todo el respeto. Explicarles el porqué de las situaciones, y a perdonar.
Los niños que tienen hermanos son más inteligentes, al poder compartir distintos juegos, emociones y experiencias. Las situaciones a las que se presentan los hacen verlas de distintos ámbitos, las de él y las de su hermano/a. ¿Deseas que tus hijos sean más inteligentes? Juega con ellos, poco a poco podrán ver el cómo funcionan las cosas cotidianas; además no sólo aprenderá él/ella, es tu oportunidad para ver las cosas a través de sus ojos.

Debemos tener en cuenta que, cuando los padres dejan la relación entre los hijos libre albedrío se crea rivalidad entre hermanos, competitividad por los juguetes, la atención de mamá, ser mejor en actividades académicas y se olvidan de apoyar el uno al otro.