Neonato

Cómo promover el desarrollo motor del recién nacido (y cuándo preocuparse)

¿Cuáles son las etapas del desarrollo motor en el recién nacido? Esto es lo que puedes hacer para animarlo y cuándo empezar a preocuparte.

El proceso de desarrollo motor del recién nacido se produce de forma gradual, según un camino marcado por logros cada vez mayores. Veamos cuáles son las etapas del crecimiento del niño y cómo favorecer su desarrollo; es fundamental conocerlas, de hecho, para comprender cuándo hay que preocuparse en caso de retraso psicomotor.

Fases del desarrollo motor en los recién nacidos

Desde el nacimiento y hasta los dos meses de edad, el niño desarrolla principalmente el sentido de la vista. De 0 a 3 meses, los niños pueden percibir las personas y objetos a su alrededor cuando los miran de reojo. Lentamente, la visión lateral da paso a la visión central; a partir de los 3 meses, los bebés miran sus manos y pueden seguir la trayectoria circular de algo en movimiento.

A partir de los 4 meses, el bebé se ve casi como un adulto. A partir de esta edad, el desarrollo de la vista va acompañado del del gusto; además, el niño es capaz de distinguir las diferentes palabras que escucha a su alrededor.

Entre los 6 y 9 meses, el niño es capaz de sentarse por sí mismo y mantenerse en esa posición; gradualmente, comienza a gatear. Esta es una fase experimental en la que se prepara para caminar por sí mismo y moverse con la ayuda de un soporte. El niño comienza a desarrollar la coordinación motriz y las habilidades de motricidad fina a través de secuencias de movimientos simples, por ejemplo, sostener el biberón de un bebé. A partir de los 6 meses, desarrolla una prehensión, agarrando los objetos con los que quiere jugar.

De 9 a 12 meses, el niño es capaz de mantenerse erguido sin ninguna ayuda; aprende a moverse gradualmente por sí mismo, primero inclinándose y luego continuando de forma independiente. A partir de un año, es capaz de indicar con el dedo una persona o un objeto que le ha llamado la atención.

¿Cómo podemos estimular las habilidades motoras y la coordinación del recién nacido?

Es importante acompañar el desarrollo motor del recién nacido proporcionándole estímulos, que deben ser dirigidos y no excesivos; los logros del niño, de hecho, deben estar vinculados a su edad y a las etapas de desarrollo. Veamos cómo estimular el desarrollo motor a través de pequeños y simples pasos.

Empecemos con la ropa: el niño no debe ser “forzado” a vestirse, sino que debe sentirse libre y cómodo en sus movimientos. Lo mismo ocurre con los zapatos, que no deben ser rígidos, a menos que salgan a caminar o el niño ya haya alcanzado un buen nivel de seguridad.

El entorno debe ser un facilitador: el recién nacido debe ser libre de experimentar y moverse donde prefiera; el espacio a su disposición debe ser grande y rígido (como un piso), no hundirse en algo blando (como una cama).

Los niños suelen estar llenos de cosas, objetos y juguetes. Pero para guiarlos hacia un desarrollo motor saludable, es importante que los objetos que rodean al niño sean pocos y bien elegidos. Por ejemplo, puede prescindir de las almohadas para apoyar la cabeza o el cuerpo y los andadores para bebés. El mejor lugar para que el niño explore los diferentes movimientos es en el suelo, con una vista amplia que ofrece estímulos para moverse libremente y no arriesgarse a caer.

En cuanto a las posiciones a tomar por el niño, el adulto debe intervenir lo menos posible. Cada vez que pones al niño en una determinada posición, debes preguntar si puede permanecer en esa posición por su cuenta. Si no puede, es aconsejable evitar ponerlo en esa posición (por ejemplo, no dejarlo sentado si no es capaz de mantenerse erguido sin caerse hacia adelante o hacia atrás).

Todo debe hacerse gradualmente y de acuerdo con las capacidades del niño.

Desarrollo motor: ¿cuándo preocuparse?

Puede ocurrir que el desarrollo motor del recién nacido no proceda según las etapas normales de desarrollo. Se diagnostica un retraso en el desarrollo motor cuando el niño es incapaz de realizar las actividades típicas de su grupo de edad.

Por esta razón es importante conocer los signos que pueden indicar un trastorno del desarrollo, a fin de ponerse en contacto con el pediatra y posiblemente con un especialista para intervenir a tiempo; sin embargo, es importante recordar que un retraso en los primeros años de vida no implica necesariamente una discapacidad intelectual. Aquí hay algunas de las señales a las que debes prestar atención.

3 meses

  • El recién nacido no responde a los sonidos y ruidos fuertes;
  • No puede controlar su cabeza; no sigue las caras y los objetos con los ojos;
  • No le sonríe a la gente.

4 – 7 meses

  • El bebé no agarra los objetos o lo hace con una mano, no se los lleva a la boca;
  • Presenta flacidez o, por el contrario, rigidez muscular;
  • Cuando se sienta, la cabeza cae hacia atrás;
  • A los 5 meses no muestra signos de afecto hacia su madre y no sonríe espontáneamente;
  • A los 6 meses no puede sentarse con apoyo y no trata de agarrar objetos;
  • A los 8 meses no muestra signos de suavidad.

8 – 12 meses

  • El niño no gatea espontáneamente, o cuando lo hace se arrastra;
  • No es capaz de mantenerse en pie aunque esté apoyado por una persona;
  • No va en busca de objetos;
  • No pronuncia ninguna palabra y no se comunica ni siquiera con el lenguaje de los gestos (sacudiendo la cabeza para decir “no” o saludando);
  • No apunta a objetos o personas.

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