Bebé en movimiento: todos los consejos para mamá y papá

Consejos e información útil para viajar al mar y a la montaña con bebés y niños, con seguridad y salud, evitando las náuseas y las rabietas con el asiento de coche adecuado.
Viajar con niños para pasar unas vacaciones a orillas del mar, en las montañas o en un camping requiere paciencia y muchos consejos útiles para afrontar el viaje con seguridad y serenidad.
Un niño viajero requiere una atención especial dependiendo de la edad del niño: cada fase de crecimiento, de hecho, tiene sus propias necesidades que deben ser comprendidas, respetadas y satisfechas. Un recién nacido que viaja tendrá diferentes peticiones que un niño mayor y la planificación del viaje debe necesariamente tener esto en cuenta.
Hay algunos consejos inteligentes que se aplican a cada destino y pasajeros de todas las edades. En su corazón está la seguridad y la salud de los niños. Esto es lo que son.
Viajar con niños: consejos para todas las edades y destinos
Antes de viajar con tu hijo es una buena idea comprobar:
- La disponibilidad de un asiento de coche adecuado para el niño en la carretera, conveniente y cómodo, calibrado al peso y la edad del pequeño pasajero. Una vez cumplidos estos requisitos de seguridad, puede hacer el asiento aún más agradable con una funda de esponja y algunos juguetes pequeños, suaves y no voluminosos.
- Una rica vianda: mucha agua y almacenada a una temperatura adecuada, preferiblemente en prácticas botellas con tapones desplegables. Unos cuantos zumos de fruta y alimentos ligeros y nutritivos para ser consumidos durante el viaje, ya sea largo o corto.
- Medicamentos para el viaje: un botiquín de primeros auxilios portátil. Nunca se es demasiado cuidadoso y eso es lo que se necesita cuando se viaja con niños. El pequeño “botiquín” debe contener tiritas y desinfectante, un termómetro, un antipirético pediátrico, un antibiótico de amplio espectro, un antiinflamatorio pediátrico, enzimas lácteas. Es mejor añadir gasa estéril, solución salina, una crema calmante, crema de árnica, repelente de insectos y un spray para la garganta. Finalmente, una buena cantidad de pañuelos de papel y una ampolla de tapas de inodoro para “paradas en boxes” a lo largo del camino.
- La fiabilidad del coche: lo mejor es comprobar de antemano el estado y la idoneidad de los neumáticos, los filtros y los diversos fluidos, los cinturones y las luces. Así como todo lo relacionado con la seguridad, incluyendo una disposición inteligente de las cargas a bordo.
- La comodidad del automóvil: el correcto funcionamiento del sistema de aire acondicionado, las maletas y los objetos bien asegurados que no molesten en caso de frenazo brusco. También presta atención a la distancia óptima entre los asientos delanteros y las piernas de los niños en la parte trasera.
Y ahora, abróchate el cinturón de seguridad y vamos! Aquí están todos los consejos útiles divididos por el destino y la edad del niño que viaja.
Niño viajando al mar
Sol, mar y diversión garantizados, incluso con niños recién nacidos. Unas vacaciones a la orilla del mar siempre son una buena opción para llenarse de vitamina D y yodo. Normalmente vamos al mar en verano, cuando hace calor y hay más gente. Sobre la base de estas dos observaciones, es importante organizar el viaje con los niños y la estancia, así como evitar viajar en las horas más calurosas.
En la costa de 0 a 18 meses
Estos niños pequeños necesitan paz, tranquilidad, horarios fijos y mucha atención. Viajar con ellos al mar significa tener que planificar varias paradas en el camino para los cambios de pañales, algunos momentos de relajación, la lactancia y cualquier consuelo si el bebé llora. Hay que tener en cuenta algunas quejas sobre el calor que se filtra por la ventana o la novedad del asiento del coche.
Por lo tanto, es mejor equiparse con una caja de música, toallas limpias, una bolsa de cambio bien surtida y mucha paciencia. Teñir los cristales traseros es una sabia elección, como lo es viajar con una temperatura de aire acondicionado adecuada para un recién nacido (¡no hay temperaturas del Polo Norte!). Esto es para evitar la brecha térmica entre el interior del coche y el calor del flash tan pronto como se abre la puerta.
En la costa de 18 a 36 meses
Los niños son más autónomos e interactivos, capaces de formular peticiones sencillas, responder a estímulos externos y a las preguntas de los padres. Ya están destetados, así que no hay necesidad de amamantarlos, pero aún así es necesario tener una dieta correcta y adecuada incluso cuando se viaja.
Respetar el tiempo en casa es un imperativo categórico, como lo es pedir repetidamente “pipí” y “caca” si el niño ya no tiene pañales. El agua y los zumos de fruta, los libros ilustrados y los pequeños juegos pueden ser la mejor manera de mantener a su hijo entretenido al menos hasta la próxima gasolinera!
Niño viajando a las montañas
¡Nieve, aquí vamos! Ropa técnica, camisetas de abrigo y tés de hierbas con bayas: las vacaciones en las montañas son muy atractivas, pero deben ser abordadas con cuidado cuando se viaja con bebés y niños.
Vestirse en capas y llevar unos cuantos suéteres extra es aconsejable, especialmente para los pasajeros más jóvenes que tienen más miedo a las bajas temperaturas. Ten cuidado, porque el frío siempre está al acecho.
En las montañas de 0 a 18 meses
Un traje de dormir térmico es imprescindible, así como pesados trajes de manga larga y mucha atención a las corrientes de aire frío, los cambios de temperatura en las habitaciones y las olas de frío al salir del coche. Es bueno respirar aire limpio de montaña, pero sólo durante las horas más calurosas y en las zonas más soleadas. Cuando viaje, asegúrese de que su hijo no sude o sufra el frío que proviene de una grieta en la puerta.
En las montañas de 18 a 36 meses
Si la temperatura es fría durante el viaje, los niños pueden querer más “paradas técnicas”. En este caso, es mejor conceder sus solicitudes con prontitud. En el coche, puede ser agradable leer o contar historias sobre duendes o ardillas que aman las montañas y saben cómo experimentarlas con ritmos diurnos y nocturnos diferentes a los que están acostumbrados en la ciudad.
Niño en un viaje de campamento
La naturaleza, la libertad y los pequeños o grandes inconvenientes que hay que afrontar con calma y serenidad, con todas las precauciones posibles. El viaje por carretera o las vacaciones de camping son elecciones inteligentes, pero requieren de los niños un fuerte espíritu de adaptación. Es mejor prepararse de antemano, por lo tanto, para hacer frente a algún pequeño capricho, postura o petición imposible de satisfacer.
Acampar de 0 a 18 meses
Los niños pequeños requieren limpieza, silencio y tranquilidad. A la hora de elegir un camping, prefiera los que tienen baños limpios y numerosos, y los diseñados específicamente para familias, preferentemente cerca de un centro habitado. Para los niños, llevar toallitas desinfectantes, toallitas portátiles para bebés, repelente de mosquitos en cantidades industriales y mucha paciencia. La libertad de unas vacaciones como estas, sin embargo, no tiene precio.
Acampar de 18 a 36 meses
Si viajas en una autocaravana o caravana, hay mucho que hacer para los niños: juegos de imitación, historias con mamá, algunos sabrosos bocadillos e incluso una siesta. Una vez que lleguen al campamento, la mejor experiencia será ver un nuevo lugar con mamá y papá.
Niños en la carretera: recomendación esencial para mamá y papá
Una última recomendación para mamá y papá, probablemente la más necesaria de todas: prepárense para dar una serie interminable de respuestas diferentes a las dos preguntas candentes de tu hijo: “¿Cuánto falta?” y “¿Ya casi llegamos?”.